Nuestra boca y nuestra sonrisa es una de las primeras cosas que los demás ven de nosotros, por lo que tiene una gran importancia en la primera impresión que causamos a los demás. Sin embargo, la edad, el consumo de ciertos alimentos como el café, el tabaco o los malos hábitos en la higiene dental, pueden hacer que comiencen a oscurecerse.
De este modo, en algunas ocasiones los dientes de ciertas personas pueden adquirir un color más amarillento de lo que nos gustaría y esto hace que nuestra sonrisa no se vea tan bonita como debiera. Para dar solución a este problema surge el blanqueamiento dental, un tratamiento de odontología estética por el cual se pueden eliminar las manchas de los dientes y conseguir que vuelvan a tener un tono más blanco luciendo mucho más brillantes. Así, actualmente los blanqueamientos dentales son uno de los tratamientos estéticos que más se están demandando en las clínicas dentales. Sin embargo, también han surgido diferentes técnicas de blanqueamiento en casa u otras que no son realizadas por especialistas, pero es muy importante que este tratamiento sea llevado a cabo por un profesional cualificado que diagnostique nuestra situación previamente y personalice nuestro tratamiento según nuestras necesidades, ya que, de manera contraria, podríamos dañar nuestros dientes de una forma irreparable.
Tipos de blanqueamiento dental
Hay tres técnicas o métodos principales que se pueden llevar a cabo a la hora de realizarnos un blanqueamiento dental:
- Blanqueamiento dental realizado en una clínica dental: En este caso el tratamiento se lleva a cabo en una consulta odontológica y es realizado por un profesional. De esta manera, se aplica en los dientes un agente blanqueador, siempre habiéndose asegurado previamente el especialista de que la boca del paciente está sana y puede someterse al tratamiento sin ningún inconveniente. Este método es muy eficaz, debido al alto componente del blanqueante y a que es llevado a cabo por un profesional.
- Blanqueamiento en casa (con la supervisión de un especialista): En este tipo de blanqueamiento la concentración del componente blanqueante es menor que en el tratamiento anterior. Así, este método se lleva a cabo a domicilio, pero también bajo la supervisión de un especialista, un dentista. Igual que en el caso anterior, el especialista realizará un estudio previo de la situación del paciente para comprobar que puede someterse a este tratamiento. Este tratamiento se suele llevar a cabo mediante unas férulas hechas a medida en las que se aplica el agente blanqueador.
- Combinación de los dos anteriores: En esta tercera opción el tratamiento se aplica en una primera sesión en la consulta por parte de un especialista y, luego, el tratamiento continúa en casa con férulas a medida que contienen una concentración de agente blanqueante adecuada para cada caso.
¿Este tratamiento es doloroso o conlleva algún riesgo?
La realización de este tratamiento, si se realiza por un especialista y en las condiciones idóneas, no tiene por que provocar ningún tipo de dolor en el paciente, aunque si es cierto que pocas horas después de aplicarlo se puede sentir una cierta sensibilidad dental que irá desapareciendo de manera progresiva.
Aún así, el tratamiento puede conllevar unos ciertos riesgos, sobre todo si no se aplica de la manera adecuada, como las reabsorciones cervicales, la sensibilidad gingival y la sensibilidad dental nombrada anteriormente.
Sin embargo, estos riesgos se disminuyen de forma considerable si el tratamiento es aplicado por un especialista con experiencia que utiliza las técnicas apropiadas y adapta el tratamiento a cada caso en particular.
¿Hay que cuidar los dientes de forma especial después del tratamiento?
Una vez nos hemos sometido a un tratamiento de blanqueamiento dental debemos ser conscientes de que los días posteriores deberemos llevar a cabo una “dieta blanca”. Esto consiste en ingerir alimentos que no tiñan los dientes, es decir, evitar aquellos productos, tanto comida como bebida, que contengan muchos colorantes, como pueden ser el vino tinto, el café, las salsas o los furtos rojos, entre muchos otros. Además, tampoco debemos fumar durante unos 10 o 15 días después de realizarnos un tratamiento de este tipo si queremos que los resultados sean óptimos.
Si quieres más información sobre este tratamiento o sobre cualquier otro, no lo dudes y visita nuestra web o ponte en contacto con nuestros especialistas, estaremos encantados en resolver todas tus dudas y ayudarte a encontrar la solución más idónea para tu caso.
